Carmelo González López, el alma creativa detrás de La Pasadilla, lleva consigo una historia de amor y tradición que se entrelaza con cada plato que crea. Desde que era un niño, se crió entre los aromas y sabores de la cocina de su madre, quien le inculcó la pasión por la gastronomía y el respeto por los ingredientes de su tierra.

Cada vez que Carmelo se adentra en la cocina, lleva consigo los recuerdos de aquellos momentos compartidos con su madre, donde aprendió los secretos culinarios transmitidos de generación en generación. Esos sabores auténticos y esa dedicación por el producto local han dejado una huella profunda en su corazón y en su enfoque culinario.

Cada plato que Carmelo crea es un homenaje a sus raíces, una expresión de amor y gratitud hacia la tierra que le vio crecer. Sus manos hábiles y su corazón generoso dan vida a cada ingrediente, resaltando sus sabores naturales y creando experiencias gastronómicas que van más allá de los sentidos.

La cocina de Carmelo no solo se trata de ingredientes y técnicas, sino de emociones y conexiones profundas. Cada bocado es un viaje a su infancia, a esos momentos compartidos alrededor de la mesa familiar, donde los aromas y las risas se entrelazaban en un cálido abrazo.